
Y es que, mi madre siempre ha sido una apasionada del mundo natural. Empezó a elaborar cremas y jabones de manera artesanal, consciente de la cantidad de productos procesados, contaminados y derivados del petróleo que componen la cosmética convencional y que impactan, no solo sobre nuestra salud, sino también sobre el medio ambiente.
Investigó las propiedades y efectos que muchas plantas, hierbas y aceites tenían sobre el organismo y la piel, y así fue como logró esta alternativa natural y eficaz, resultado de las muchas fórmulas elaboradas y testadas con todo cariño, tiempo y dedicación a lo largo de muchos años.
